lunes, 8 de abril de 2013

LOS DOLMENES DE ANTEQUERA MÀLAGA

DOLMEN DE MENGA

Las Celebraciones del Sol. Equinoccio de Primavera en los Dólmenes de Antequera



El Conjunto Arqueológico Dólmenes de Antequera (Málaga, España) es sin
duda alguna uno de los más importantes de Europa.

 Es también el conjunto arqueológico español sobre el que existe una bibliografía más extensa, tanto en número de trabajos publicados como en número de autores que le han dedicado su atención.
Se conocen testimonios escritos sobre Menga desde el siglo XVI.
El reconocimiento nacional e internacional del Conjunto Arqueológico
Dólmenes de Antequera proviene, no sólo de su importancia objetiva sino
especialmente del hecho de pertenecer a este conjunto el dolmen de Menga
que, en el siglo XIX, fue reputado como el más bello y perfecto de los dólmenes conocidos.

Sin duda alguna Rude Stone Monuments es la obra sobre el megalitismo más celebrada en el siglo XIX.
Hasta 1897, con la obra de William Copeland Borlase, no volveremos a encontrar un intento de dar cuenta completa del megalitismo mundial. A partir de 1872, Fergusson se erige como la referencia sobre megalitismo en lo que queda de siglo;para Fergusson “el más hermoso dolmen que existe en España es el de Antequera; sin duda, resiste la comparación con los mejores de Francia o cualquier otro país de Europa”.
 Fergusson hace una comparación similar a la que veinte años  antes hiciera lady Louisa Tenison, en relación con los grandes dólmenes irlandeses del condado de Meath y Stonehenge en Inglaterra, pero yendo todavía “másn allá”.

 Plantea un curioso contrafáctico: si Menga hubiera estado rodeado por un círculo de piedras como en Lough Crew (Condado de Meath, Irlanda),
tendríamos un monumento con la misma planta y dimensiones que Stonehenge y por lo tanto podrían ser tomados como idénticos “Antequera es de hecho un Stonehenge techado y cubierto, Stonehenge es un Antequera al aire libre”.
Y remata la comparación con el planteamiento de que si ambos estuvieran situados en el mismo lugar, Wiltshire o Andalucía, indudablemente Antequera sería el más antiguo.
Para hacernos una idea de la importancia de este aserto conviene recordar que en el siglo XIX llegaron a conocerse más de 500 dólmenes en España, algunos centenares más en Portugal y varios millares en Francia, por citar sólo a nuestros países vecinos.

Tradicionalmente Menga fue conocida como “Cueva de Menga” y con este
nombre figura en las publicaciones de los últimos siglos.
Lo que vamos a encontrar son dos perspectivas muy diferentes en el siglo XIX. Para los autores españoles que lo mencionan, Menga es un gran dolmen, quizás el más grande de nuestro país.
Para los autores extranjeros, se trata de algo más importante: el dolmen más grande y bello de toda Europa y quizás de todo el mundo.


Dolmen de Menga, principal exponente de la necrópolis

Los Dólmenes de Menga, Viera y El Romeral forman la necrópolis de este conjunto, siendo el de Menga su exponente principal y el de mayor antigüedad, fechado hacia el 2500 a.C., aunque las últimas investigaciones apuntan a que se construyó más de mil años antes.

Su anchura máxima es de 6 m en el tercio final de la cámara, donde se  halla un pozo de 1,50 m de diámetro por 19,50 m de profundidad, que está alineado con los tres pilares que se encuentran en la unión de las losas de la cubierta. Curiosamente la longitud de la cámara funeraria es de 19,5 m. 


Su cámara sorprende por sus grandes dimensiones, de 25 metros de largo y siete de ancho, formada por siete grandes monolitos cuadrados en cada lado y una enorme piedra que forma la cabecera.
Cinco grandes losas de piedra horizontales descansan sobre tres pilares centrales, convirtiendo a la cámara en una impresionante galería sobre la que se aprecia, desde el exterior, el montículo de tierra que cubre al dolmen, de 50 metros de diámetro.
 Es el único de los tres dólmenes que tiene unas inscripciones de figuras antropomórficas, situadas en la primera losa de entrada a la izquierda.

Y es que, por todas sus singularidades, el dolmen es considerado como uno de los más importantes de toda Europa. 
Se localiza sobre una pequeña elevación frente a la vega antequerana y está orientado hacia la Peña de Los Enamorados, hecho que le confiere un carácter casi excepcional.

El carácter telúrico y mágico que La Peña tenía para las poblaciones que habitaban en esta zona, motivó el inusual hecho de que el dolmen de Menga tenga su abertura alineada con ella, lo que constituye una relación entre un dolmen y el paisaje, única en la arquitectura prehistórica europea.


 Así, llama la atención que, mientras que la mayoría de los sepulcros megalíticos hallados en la región andaluza se orientan directamente hacia el este, hacia la salida del sol, el dolmen de Menga se encuentra "mirando" a la Peña de los Enamorados.

Dominando el entorno de los túmulos y de todo el paisaje de Antequera se alza la Peña de los Enamorados, un peñón calizo de 878 m cuya  misteriosa figura se asemeja a la cara de un humano que estuviera tumbado en el suelo mirando hacia el cielo.
Aún hoy en día la visión de esta formación natural resulta enigmática y cautivadora, por lo que no resulta extraño que en la prehistoria supusiera un poderoso símbolo mágico al que se le daba culto y para el que se realizaban rituales.

 Parece que la peña pudiera ser un lugar de ceremonias, tal como demuestran las pinturas rupestres encontradas en ella, y la orientación, en este caso, sería una forma de rendir tributo a este sitio.

La arqueología megalítica española ha dado un salto de gigante en la segunda mitad del siglo XX y Menga ha retomado el carácter de dolmen emblemático que tuvo en el mundo en el XIX. Menga sigue siendo
“una de las más impresionantes cámaras megalíticas de Europa” (García Sanjuán, 2009: 15). Y del mundo entero.

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