Restos
de la antigua fortaleza donde se localizaba la villa.
Mijas fue un
poblado perteneciente a la Turdetania, fundado junto a la fortificación de la
que todavía quedan restos en la actual planicie de la Muralla, y que se reducen
a alguna puerta maltrecha o al trozo de muralla que nos habla de la solidez con
que fue construida.
Fenicios y
griegos pasaron por aquí ante las noticias que tenían de la riqueza y variedad
de las minas existentes en esta zona. , cuyos metales a partir de entonces, fueron enviados a las ciudades de Oriente.
En el siglo II d. de J.C. es citada en la Geografía Ptolomeo, geógrafo y astrólogo de la Escuela de Alejandría que debió viajar por estas costas, dada la exactitud con que describe los emplazamientos de algunos lugares.
Los romanos la llamaron Tamisa y mantuvieron con ella un importante comercio, favorecido por la construcción de la Vía Apia que unía Málaga y Cádiz.
Fue conquistada por los musulmanes después de la toma de Málaga, por el año 714, que permitieron que sus habitantes mantuvieran sus bienes, su religión y sus costumbres, a cambio de la tercera parte de lo que producían sus propiedades agrícolas y ganaderas.
Iglesia de
la Inmaculada Concepción
Construída
sobre la explanada de un cerro en el s. XVI, ocupando la zona anteriormente
formada por un antiguo castillo, y posteriormente por una mezquita. Consta de
tres naves con artesonado mudéjar en la central, añadiéndosele en 1510 un
campanario defensivo de estilo mudejar. En el exterior resalta la torre
cuadrada, que algunos autores consideran que pudo aprovecharse para su
construcción la antigua torre de la citada fortaleza.
La Iglesia bajo el título de Inmaculada Concepción, ya existía como Parroquia antes del 4 de abril de 1492. Esta Parroquia fue erigida como tal en 1505 por el arzobispo de Sevilla, D. Diego de Deza con arreglo a la Bula de Inocencio VIII "Dum ad illam fidei constancia" y confirmada con Bula de Julio II en el año 1510.
La Iglesia
fue mandada edificar por el Obispo, D. Bernardo Manrique (1541-65) en la zona
alta del pueblo, sobre las ruinas de la antigua mezquita y castillo,
aprovechando una de sus torres como campanario. En Septiembre de 1630 estaba
finalizada la obra y se le dio el empujón final en Marzo de 1631, siendo
reconocida en Agosto de ese año por un carpintero y un albañil venidos de
Antequera quienes tasarían la obra ya terminada, pues hay noticia de que se
consagró el 1 de septiembre de 1631: por lo tanto debió realizarse una amplia
restauración o nueva construcción después, ya que el 17 de abril de 1655 dieron
licencia plena, según Archivo de la Catedral, a los señores Arcediano y Maestre
Escuela para que se terminara la obra de la Iglesia de Mijas, "liberando
el dinero necesario y todo lo que mandaren lo ejecuten".
La torre es la
primitiva, que se utilizaba como resguardo por los vecinos, cuando la invasión
de los piratas.
Los jardines
han sido diseñados para que haya flores todo el año y el mirador es uno de los
más bonitos y más impresionantes de la costa.
Mijas es una villa turìstica conocida en el mundo entero, por sus famosìsimos burros taxi, al que le ha dedicado un monumento.
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