viernes, 2 de marzo de 2012

TAROT. El Tarot y los Elementos





El Tarot sería un "mutus liber" hermético transmitido bajo el velo de la cartomancia.
Para acompañar este discurso nos serviremos de los comentarios de Emmanuel d'Hooghvorst extraídos de su estudio sobre los Tarots.


 Según dicho autor nos hallamos ante un mutus liber, o libro mudo, que ha sido transmitido a través de los tiempos bajo el velo de la cartomancia.

 La adivinación actual sería la corteza vacía de la antigua mancia o profecía, cuya función, como veremos, es la de anunciar la Edad de oro, o el mundo porvenir. 

El tarot está constituido por cuatro palos, oro, copas, espadas y bastos, más XXI láminas mayores o arcanos que van desde la carta I, el Mago, hasta la XXI, el Mundo.


 El Loco está excluido del orden de los números sagrados, por eso representa al hombre profano. Las cartas del tarot llamado de Marsella son las que han conservado mejor el simbolismo de las formas y de los colores principales: azur, para el espíritu, oro para el cuerpo, y rojo para el sentido.

 La interpretación jeroglífica de cada una de las láminas dependerá de la situación de los colores respecto al dibujo. 

Aquí se condensa todo un lenguaje, una verdadera gramática o arte combinatoria, que hay que aprender para poder leer las diferentes combinaciones, pues tal como se explica en el Mensaje Reencontrado: "La mezcla de los elementos que forma las combinaciones múltiples de la creación, es como la mezcla de cartas de la baraja, que forma las combinaciones múltiples del juego: los elementos vuelven a la masa y son después combinados de nuevo, como las cartas de juego vuelven al mazo y son redistribuidas sin aumento ni disminución real, pues no existe ganancia ni pérdida para el inmutable que ES" (23, 64).

Imagen: Los cuatro palos de la baraja española
1 de 12: Los jeroglíficos
Según la tradición egipcia, el dios egipcio Thot fue el inventor de los jeroglíficos y también el mítico creador de las cartas del tarot, otro tipo de lenguaje cifrado que servía para describir la gran Obra de los alquimistas.



Imagen: Representación del dios egipcio Thot.

2 de 12: La tierra o los trabajos de Hércules

Los cuatro palos del Tarot simbolizan los cuatro elementos, si bien en las cartas no están representados los elementos vulgares sino otros, puros, que los antiguos representaron bajo la forma de dioses o héroes. En primer lugar, el as de bastos que representa el elemento tierra. Hércules, el héroe que debe superar las distintas pruebas para llegar a la apoteosis, simboliza las etapas la purificación de este elemento hasta alcanzar la pureza perfecta.
Representan el elemento Fuego. Es muy poderoso, ya que el fuego modifica el estado de la materia, lo transmuta. 
Se expresa mediante el movimiento, la actividad, pero también se refiere a la facultad espiritual, "La chispa divina", el "calor humano", vitalidad y entusiasmo. Trata de la energía existencial y sexual. En exceso, puede abrasar.
El fuego es el catalizador de los otros elementos: los reduce y los cambia sin alterarse. Es un elemento masculino, de acción y esfuerzo, poder creativo que transforma, la llave para la transmutación.
 En las cartas de Bastos hallamos: deseo y acción, esfuerzos y luchas; fuerza vital, chispa divina, inspiración e ímpetu inicial.
Las figuras de bastos tienen un fuerte énfasis de fuego, luego son espontáneas e impulsivas, aplican su energía con todo su corazón. Su repuesta emocional es rápida y tienen una imaginación vivaz.


Imagen: As de bastos de la llamada baraja española. Vasija clásica que muestra uno de los trabajos de Hércules

3 de 12: El agua o los viajes del dios del vino

El elemento agua esta simbolizado por el as de copas. Así mismo, Dionisos, el dios que vino por el mar para traer el cultivo de la vid a los hombres, personifica este elemento en su estado puro.


Su elemento es el Agua y su facultad el AMOR, el sentimiento, la ilusión y la fe.
 Pero su problema es el desbordamiento emocional que debe atemperarse con la Razón, con el pensamiento (espadas)
Las figuras de copas son del tipo sentimental y son muy sensibles, incluso se identifican con personas psíquicas. Son imaginativas, emocionales y profundas.




Imagen: As de copas de la llamada baraja española. Plato helénico con una representación del dios Baco.

4 de 12: El aire o el dios alado

El as de espadas representa el elemento aire, personificado así mismo por Mercurio, el alado dios mensajero, que con sus viajes unía la tierra con el cielo.
Su elemento es el Aire y, en el ser humano, el pensamiento. 
Cuando éste funciona debidamente, goza de claridad. 
Las cartas de espadas nos revelan lo tenso de la mente humana, engaños y autoengaños; las luchas y el sufrimiento que comienza en las programaciones, las dependencias, las traiciones.
Las figuras de espadas son rápidas y animadas. Aplican su energía de maneras muy diversas.
 Tienden a intelectualizar sus sentimientos y expectativas. Se fundamentan en valores como la justicia.


Imagen: As de espadas de la llamada baraja española. Pintura mural del dios Mercurio, Pompeya.
5 de 12: El fuego o Apolo, el dios solar

Por último, el elemento fuego se representa por el as de oros y también por Apolo o Helios, el dios solar, que simboliza la culminación de todo el proceso.
Se relacionan con el elemento Tierra. Lo material, los sentidos, el fundamento del mundo concreto. 
Sobre este plano se asientan o superponen los otros tres. 
Significa que realiza la función de equilibrar el ímpetu del Fuego, la razón de las Espadas, la emoción del Agua, para realizar algo tangible con todo ello.
En las cartas de oro tenemos los frutos de nuestros esfuerzos, los bienes y las ganancias.
Las figuras de oros representan personas que reaccionan de manera calculada. 
Son laboriosos, su dedicación es constante y perseverante. Emocionalmente, son personas profundamente enraizadas que dan forma a sus proyectos.



Imagen: As de oros de la llamada baraja española. Mosaico romano con la imagen de Apolo sobre su carro.
6 de 12: El artista filósofo
La carta número uno del tarot representa al Mago (Le Bateleur), el artista filósofo que inicia la obra y la conduce hasta su final. Según Emmanuel d’Hooghvorst, la intención de los antiguos imagineros era simbolizar el cielo terrestre, llamado también firmamentum, por eso las láminas estaban “tarotadas”, es decir, doradas y troqueladas o grabadas con un estilete. Eso es visible en la carta de la derecha, en la lámina se de la izquierda se ve la primera operación del mago: la obtención del oro potable.

Imagen: Versiones de la carta número I, llamada “Le Bateleur”. El Tarot de la derecha es de Visconti y el de la izquierda de Marsella.
7 de 12: La danza sagrada
El proceso termina con la carta número XXI, llamada “El Mundo”. En ella, una joven y púdica Eva baila sobre un suelo de oro. La danza tiene algo de divino, no en vano Orfeo conquistó el mundo cantando y bailando. En la carta también aparecen los cuatro animales que en la tradición cristiana simbolizan a los cuatro evangelistas, que, a su vez, representan a los cuatro elementos. En la imagen de la derecha aparece Cristo en majestad, acompañado del ejército de los ángeles y rodeado, al igual que la virgen de la lámina del Tarot, por una mandorla donde aparecen representados los símbolos de los cuatro evangelistas.
Imagen: Carta número XXI, “El Mundo”. Miniatura carolingia de Cristo en majestad,, Metz, s. 
8 de 12: El alfabeto
La serie completa de los arcanos mayores del Tarot de Marsella comienza por “El Mago” y finaliza con la carta de “El Mundo”. Estas veintiuna cartas al igual que las veintiuna letras del alfabeto, son jeroglíficos que explican la creación sagrada representada por las operaciones alquímicas. En el centro de todo el conjunto aparece la carta denominada “La Fuerza”, por ella se simboliza la unión de lo fijo o lo volátil, es decir, la reunión de dos principios opuestos, que se halla en la base de todo el simbolismo. La dama, que va tocada con un sombrero cuyas alas dibujan el símbolo de lo infinito, representa el Alma del mundo que disuelve el oro terrestre representado por el león.


9 de 12: El peregrino
Le Mat o “El Loco” es una carta que no tiene número pues la creación no ha empezado todavía para este pobre loco que camina sin rumbo. Emmanuel d'Hooghvorst la relaciona con la parábola del buen samaritano en Lucas 10, 29 y ss. que resumimos a continuación: Un hombre que descendía de Jerusalén a Jericó fue atacado por unos ladrones, quienes le robaron y le dejaron maltrecho al lado del camino. Los que pasaban por su lado ni siquiera lo miraban hasta que llegó un samaritano que lo recogió y lo curó. La tabla del Bosco representa esta parábola evangélica. Vemos que en ella, al igual que en la carta del Tarot, el hombre es atacado por un perro. El animal simboliza las influencias astrales que subyugan al hombre cuando desciende a la tierra y que lo dejan a merced de las pasiones hasta que un buen samaritano venga y lo cure.

Imagen: “Le Mat”, del Tarot de Marsella. El Bosco, postigos del tríptico “El carro del Heno”, 1516.

10 de 12: La Casa de Dios
La carta número XV se denomina La Maison Dieu y como se verá es un nombre mucho más apropiado que el español “La Torre”, pues, efectivamente, la casa de Dios o atanor es lo que se muestra en la carta. Normalmente se la considera una carta de destrucción, cuando, en realidad, estaría mostrando la fecundación del atanor por el fuego celeste, comienzo imprescindible para la obra alquímica. Dos personajes, el maestro y el discípulo, danzan cabeza abajo a causa de su alegría. De este modo pueden leer los signos inscritos en la tierra filosófica. En el grabado de la derecha está representada la misma operación, pero en un leguaje distinto. En el se muestra la unción de Eliseo por el profeta Elías, operación que provoca la bajada del Espíritu Santo en forma de paloma.

Imagen: Carta número XV de Tarot de Marsella. Grabado de R. Fludd, “Utriusque Cosmi Historia”, 1617.

11 de 12: El levantamiento de la aurora
Las cartas que aparecen en la imagen son la continuación del proceso iniciado en la carta anterior. Las tres cartas “La Estrella”, “La Luna” y “El Sol”, que van de la XVII a la XVIIII, simbolizan el proceso del alzamiento de la luz dentro de atanor, hasta su manifestación gloriosa como el Sol de justicia. Al principio aparece a los ojos del visionario como una estrella que lo guía a través de la noche mística, después se parece a la luna, en su pureza, y por último se manifiesta en todo su esplendor.




Imagen: Cartas XVII, XVIII y XVIIII del Tarot de Marsella.

Dice Sallie Nichols en su libro "Jung y el Tarot" antes de empezar un viaje, es una buena idea tener un mapa. Los arcanos mayores son ese mapa.
 Recomienda ella también contemplar las cartas como si estuviéramos en una galería de arte; como las pinturas estos "Triunfos" son cada uno de ellos portadores de proyecciones o sea cebos para cazar la imaginación. 

Proyectamos nuestro mundo interior en el mundo exterior y de esa manera nos conocemos mejor. Es muy interesante también el enfoque del autor Hajo Banzhaf en su libro "El Tarot y el Viaje" en el cual relaciona el mito del héroe con el camino del tarot. 
El viaje del héroe es la historia más antigüa y universal ya que se repite en todas las culturas de nuestro mundo. El héroe escucha el llamado a emprender su camino, se lanza a la aventura abandonando a su comunidad, recibe las ayudas (pócimas, piedras, etc) de los personajes que encuentra a su paso (ancianos sabios, p.e.) que le servirán para llevar a cabo su hazaña. 

Lucha con monstruos y dragones y finalmente logra su cometido y vuelve victorioso a la comunidad. Jung toma este mito y construye a partir de este lo que el va a denominar el camino de la individuación que tiene como objetivo la conquista de nuestra individualidad (el sí mismo) una vez vencidos todos aquellos aspectos oscuros de nuestra psiquis. Esta conquista es la que nos permite conectar con nuestra naturaleza más profunda y es lo único que nos asegura una vida plena y realizada. 

LA SUMA SACERDOTISA 
La Gran Sacerdotisa, o simplemente la Sacerdotisa, como suele denominársela, en la mayoría de los tarot está sentada entre las dos columnas del templo de Salomón: la negra es la de Boaz, que representa la fuerza negativa de la vida; y la blanca es la de Jachin, o fuerza positiva de la vida. 
La Sacerdotisa está protegiendo sobre su regazo un volumen o rollo de sabiduría esotérica, en que se lee la palabra "Tora" (Ley Divina), porque no todos los ojos pueden verIa.
 La cruz solar que ostenta en el pecho, con los brazos de longitud igual, representa el equilibrio de las fuerzas positivas y negativas (el brazo vertical es el elemento positivo, masculino; el horizontal, el elemento negativo, femenino). 
El velo tendido entre los pilares está decorado con granadas (lo femenino) y palmeras (lo masculino), símbolos de que el subcons­ciente es potencialmente reductivo. Se observa la luna creciente bajo sus pies.
La Suma Sacerdotisa es la guardiana del inconsciente. Se sienta delante del fino velo del inconsciente, que es lo único que nos separa de nuestro paisaje interior. Contie­ne dentro de sí el secreto de este reino y nos ofrece una invitación silenciosa: «Permanece quieto y entiende que soy Dios». 


6 comentarios:

  1. Todo un gran y complicado mundo. Algún día me gustaría dominarlo y entenderlo bien. Apasionante. Gracias.

    ResponderEliminar
  2. Y, mas apasionante cuando mas te adentras en èl, y ves como el Tarot te habla, existe una complicidad muy especial,entre la sacerdotisa y las làminas o cartas, me encanta que te guste, gracias por comentar.

    ResponderEliminar
  3. Genial Fuen.........Me encanta.....Realmente Apasionante....Un Beso.

    ResponderEliminar
  4. Me encanta que te guste, valoro muchisimo tu opiniòn, gracias por comentarlo, un abrazo hermosa , buenas tardes.

    ResponderEliminar
  5. me encantaria poder.conocerte...y hablar contigo de ciertas cosas.
    hace tiempo un sabio me dijo que soy esa sacerdotisa...
    y k tenia k acer algo.y que tengo la marca en mi mano.
    tambien me dijo k soy la numero14 k el buscaba.
    y que soy la numero3.una mujer puesta en el mundo.
    me gustaria poder entender.un poco mas de todo esto...
    y a.quee se referia diciendome todo eso.

    ResponderEliminar
  6. Mi correo es candela3235@hotmail.com, puedes escribirme cuando gustes; el 14 es La Templanza y el nùmero 3 La Emperatriz, espero tus noticias, un abrazo: Fuensanta

    ResponderEliminar