El FALO, fallos en
griego, pene, era adorado y se depositaba en las tumbas pensando en un posible
renacimiento.
Para
representar el poder regenerador del SOL y la salvación que suponía
para los seres vivos, se adoptaron los genitales masculinos como
imagen de la vida.
Si se considera el alcance del símbolo sin prejuicios, se
apreciará que posee la sencillez de las ideas felices.
El falo sólo se venera en estado de
erección. En esta forma, como fructificador y dador de vida, se transforma en
emblema de la divinidad.
Si una estatua tiene el pene erecto, la figura se llama ‘itifálica’ y el pene ‘príapo’; si el pene está aislado, se llama MUTINUS (tutinus, mutunus, tutunus, por disgrafía).
Los padres llevaban a sus hijas a sentarse sobre uno antes de casarse para prevenir la esterilidad: “In celebratione nuptiarum, super Priapi ‘scapum’ nova nupta sedere jubebatur” (sobre la rodilla) escribe san Agustín; “et ‘mutunus’, in cuius sino pudendo nubentes proesident” (sobre el pene) Lactancio.
El falo erecto era un elemento recurrente en
el arte paleolítico, y aparece con frecuencia yuxtapuesto a figuras de
animales, aunque no se sabe si con esto se pretendía representarlo como fuente
de toda la vida.
Lo que sí es seguro es que en Egipto, en tiempos de Sesostris
I (hacia 1900 a.C.), al dios de las cosechas, Min, se le representaba como una figura
en permanente erección (itilifálica).
Las primeras "imágenes" del dios
griego Hermes consistían en montones de piedras, llamados herms, rematados por
una piedra más grande, que servían como mojones. Si, como los montones de piedras que se encuentran a lo largo del Camino de Santiago y que se llaman Mercuriales porque estan dedïcadas a Mercurio como protector de los caminos los viajeros y el comercio; en la antigua Grecia , se hacian cuadradas y como un falo en erecciòn en honor al Dios Hermes y a otros poetas y filòsofos.
El herm se fue
transformando en un bloque cuadrado, con un falo y dos testículos tallados en
la cara frontal. Hermes no sólo guiaba a los vivos; además, era psicopompos o
guía de las almas.
Los colonos egipcios en Grecia celebraban las faloforias para venerar a Dioniso fecundador y paseaban un FALO. Su ceremonial difería del egipcio en que los griegos exhibían una estatua itifálica, derivada de las hermas, con Hermes erectis pudendis.
PRÍAPO
Aunque algunos lo creen hijo de Zeus, maleficiado por Hera, sus padres fueron Afrodita y Dioniso. Nació con un pene enorme y fue dios tutelar de Lámpsaco en los Dardanelos. Como FALO, se desligó de los dioses solares y los ciudadanos lo relacionaron con un burro. Dijeron que, tras competir con el asno de Sileno por el tamaño de la verga, había matado al animal por superarlo y se le ofrecía un canasto de flores en primavera.
En todas las religiones se ha conservado al
menos alguna reminiscencia de los cultos fálicos. Los conquistadores y
misioneros han tendido a sustituir a los antiguos dioses locales por figuras
equiparables de sus propios panteones, pero muchas veces los dioses originales
han sobrevivido en alguna forma a estas usurpaciones.
El budismo ascético
pretendió asimilar a los Dosojin en la imagen del bodhisattva Kisitigarbha, que
tiene sus "partes íntimas enfundadas en una vaina";
pero en el templo budista de Nagoya (Japón), detrás de la estatua de Kisitigarbha hay una cortina que oculta dos falos tallados, descritos como Dosojin.
pero en el templo budista de Nagoya (Japón), detrás de la estatua de Kisitigarbha hay una cortina que oculta dos falos tallados, descritos como Dosojin.
Cuando los arios
invadieron India, criticaron al pueblo conquistado por "tener como dios al
falo", pero pocos siglos después, ellos mismos adoraban al linga (falo) de
Siva. Hay elementos fálicos en las tradiciones populares referentes a árboles
sagrados, sobre todo en Irlanda, Europa mediterránea y Japón.
En el cristianismo, el culto fálico sobrevivió
como "el enemigo" en la figura de un Satanás muy parecido a Príapo o
a Pan, y también en las figuras de santos priápicos, casi siempre inventados.
Por ejemplo, San Guignole, primer abad de Landevenec (Francia), se convirtió en
una figura fálica por confusión de su nombre con el verbo gignere, engendrar.
Su capilla se mantuvo hasta 1740.
Las estatuas de estos santos presentaban
miembros exagerados, que a veces se ungían y veneraban por separado, e incluso
se utilizaban para fecundar por arte de magia a mujeres que deseaban concebir.”
“En
el lugar maya de Chichen itza se encuentra el denominado Templo de los falos,
donde se tiene constancia que se rendía culto fálico relacionado con los
rituales de lluvia, ya que consideraban a la lluvia como representación del
semen divino que fertilizaba a la tierra que, por su parte, simbolizaba lo
femenino.”.
* “En
la cultura zhuang de China, en los primeros días del año aún se reúne la gente
para celebrar una fiesta en honor del sexo del dios Buluotou en ambiente un
tanto erótico. Se cuelgan representaciones del sexo de Buluotou, generalmente
como una especie de vela de papel, que cuando la hincha el viento, alegra a la
gente porque se asemeja a una erección del pene del dios. La gente come y bebe,
los jóvenes cantan canciones de amor. En esta fiesta se celebra no sólo a
Buluotou, sino también a la diosa Miliujia, por ser ambos los creadores de la
humanidad”.
* “En
la mitología de la Grecia antigua había un dios menor exclusivamente fálico,
Príapo, hijo de Dionisio, asociado con la fertilidad de las plantas y los
animales de la vida agrícola. Era común representarlo con un falo siempre
erecto (de donde procede el priapismo) y se le dedicaron santuarios especiales
en distintos puntos de Grecia, como el Monte Helicón, en la actual región de
Tespia.”
* “El
culto al lingam, en India, se remonta a la prehistoria, a los antiguos ritos
sexuales de la fecundidad, al culto a la Gran Diosa. […] En la ceremonia de
Linga Puja, aquel que es el oficiante acaricia un lingam de piedra pulida, lo
adorna con guirnaldas y traza con él, untado con pasta de sándalo amarillo los
signos rituales y simbólicos.
Durante toda la celebración, el oficiante y los participantes cantan a coro, durante horas, OM NAMAH SHIVAYAH, arrojando al mismo tiempo flores y pétalos de flores sobre el lingam que queda casi cubierto con ellos. En el momento culminante, el oficiante vierte sobre el lingam un líquido blanco viscoso, hecho de leche y miel que corre lentamente por la piedra y se derrama en el arghya, para ser luego repartido entre los participantes que lo beben con devoción. En ese instante, Shiva está presente en el lingam.
Durante toda la celebración, el oficiante y los participantes cantan a coro, durante horas, OM NAMAH SHIVAYAH, arrojando al mismo tiempo flores y pétalos de flores sobre el lingam que queda casi cubierto con ellos. En el momento culminante, el oficiante vierte sobre el lingam un líquido blanco viscoso, hecho de leche y miel que corre lentamente por la piedra y se derrama en el arghya, para ser luego repartido entre los participantes que lo beben con devoción. En ese instante, Shiva está presente en el lingam.
Al “mutinus” se le atribuyó poder apotropaico como a las hermas y por eso se confundió FASCINUM con MUTINUS. La voz “fascinum” < fascinare, hechizar, significa “maleficio, hechizo” y se refería al mal de ojo. Los romanos creían que anteponiendo algo atractivo, algo potente, a la mirada de los aojadores se protegían de los encantamientos y así el “mutinus” se convirtió en amuleto.
Sexo y erotismo: Roma en Hispania.
Museo Arqueológico de Murcia
Los penes de gran tamaño se ponían en los cultivos para disuadir a los ladrones con obscenas referencias: “Si a robar viniera una mujer, un hombre o un muchacho, que aquella presente su coño, aquel su boca, este sus nalgas” o “Te atravesaré, muchacho, te lo advierto y a ti muchacha te joderé. Al barbado ladrón la tercera pena le espera (irrumatio)”.
Amuletos galorromanos. Museo Saint-Remi
Mano itifálica, bronce de Vareia. Logroño
Los pequeños eran sencillos, dobles y triples. El que combinaba el pene con el “mulo”, genitales femeninos, “mano itifálica”, ha llegado hasta nosotros con el nombre de HIGA < ficum, higo, metáfora del sexo femenino, cuya imagen es un puño del que sobresale el dedo pulgar, pene, entre el índice y el mayor, vulva. El dedo mayor levantado en un puño cerrado, “medium unguem ostendere” dice Juvenal aludiendo a la homosexualidad masculina, aún se agita.
Como siempre genial !! Cada día + interesantes y + currados. ;)
ResponderEliminarGracias hermoso, a ti por comentar, creo que reconoceria tu forma de expresarte entre muchisima gente, un abrazo.
ResponderEliminarMuy bueno, me ha encantado. graciasss
ResponderEliminarMuy interesante,desde hace unas semanas estoy interesado en este tema,por lo que navegando por el santo internes he arribado en su blog, el motivo es este,http://www.conocetucomarca.com/2014/12/historia-contada-sobre-la-roca.html
ResponderEliminar¿Será un santuario priapico?Un saludo Esca.
Excelente trabajo.
ResponderEliminarMuy interesante saber de estos articulos.
ResponderEliminarMuy interesante
ResponderEliminarGracias por la información