Quinta Làmina
La quinta imagen DEL MUTUS LIBER nos hace entrar en el laboratorio, donde
reconocemos a nuestros dos recolectores de rocío, que vierten ahora su provisión
desde el gran plato de la escena precedente, en la cucúrbita de esta.
Este
rápido encadenamiento del trabajo proclama que es preciso emplear, en todo su
frescor, el líquido que, en cuanto a nosotros,filtramos inmediatamente con
minuciosidad.
Estamos aquí en presencia de la tan secreta destilación que
vemos expresada sin rodeos, por las diversas manipulaciones del infatigable
matrimonio.
Estas nos mostrarán con cuanta razón fue el destilador
designado también con el nombre de rosario.
La destilación ha sido detenida
pues, en el momento preciso en que la muy delicada fracción correría el riesgo a
su vez de partir hacia el matraz de la recepción.
Esta parte, la esposa la
retira de la cucúrbita con una cuchara, para encerrarla en una vasija con
gollete que muestra entonces, por transparencia, cuatro partículas
de cagulación.
Entrega a continuación el frasco a un hombre de complexión
atlética, desnudo, erguido y en desequilibrio, el pie derecho sujeto sobre una
pequeña elevación.
Era esta, para Altus, una manera muy prudente de figurar a
Vulcano del que nadie ignora que era cojo.
Desdichado esposo de Venus, ¿no es de
ella, de sus propias manos de quien recibe la botella, mientras aprieta contra
sí a un joven niño inanimado?
Sería un grave error que se pudiera creer que este hombre
musculoso atentase, en cualquier forma que fuese, contra la vida del niño, ya
que concurrirá, muy al contrario, a devolvérsela más tarde.
La masacre de los
inocentes no se sitúa en este comienzo de la Gran Obra; el simbolismo podrá
parecer cruel en nuestra época donde la sensibilidad verdadera ha cedido el
lugar a la más boba sensiblería, cuando, por otra parte, no se negoció nunca tan
barato con la existencia humana.
Sexta Làmina
“La plancha seis es la continuación de la quinta”, nos dice
Magophon quien, en eso,tiene tanta más razón cuanto que hace la observación de
que “las operaciones son siempre efectuadas por un hombre y por una mujer,
simbolizando las dos naturalezas.”
Esta es también nuestra opinión que se encuentra confirmada
por la particularidad,bastante sorprendente, de que la pareja, aplicada a las
manipulaciones, cambia de vestimentas en cada una de ellas y parece, además,
no estar siempre compuesta de los dos mismos individuos.
Ciertamente, si se
trata bien del alquimista y de su fiel compañera,el uno y la otra, en sus
transformaciones, subrayan las que sufren en el curso del largo trabajo los dos
protagonistas minerales.
Ante el complicado horno, que volveremos a encontrar a
continuación, las tapas de los dos pares de vasos de fondo circular, continúan
atrayendo nuestra atención.
Era ya su forma de pequeñas cucúrbitas sin pico, y
es ahora esta especie de levitación, en la intención de suscitar toda reflexión
fecunda en el aficionado.
Así cubierta, la vasija cilíndrica asegura la
circulación lenta y cerrada de la verdadera cohobación de la que Sulat nos
señala la gran importancia.
Làmina siete
La operación que vemos en lo alto y a la izquierda, de la làmina siete , reúne el
producto de las dos destilaciones realizadas, con el resultado de la
confortación inmediatamente precedente;ésta ha sido aplicada al extracto
nebuloso ya concentrado y animado por el fuego de la luna.
La operadora ha
vuelto el vaso, sin duda enfriado, encima del gran plato, que hemos visto y
volveremos a ver más adelante, al mismo tiempo que su compañero vierte el
segundo destilado conservado en el grueso matraz de panza redonda.
Es aquí el lugar de que digamos algunas palabras de la
destilación, que los autores han presentado como una de las fases más
importantes de la Gran Obra.
En la imagen central vemos una mujer que retira de la cucúrbita con una cuchara de palo, una substancia que después coloca en un frasco de vidrio en la que se pueden ver cuatro símbolos que Canseliet designa como "símbolos de coagulación" y que después entrega a un personaje que con su mano izquierda coge y tiene en su regazo a un niño.
El personaje, tiene estampado en el lado izquierdo de su pecho el símbolo Lunar.
Canseliet nos dice sin mucha convicción que se trata de Vulcano.
Pero no es esto lo que nos intriga como veremos seguidamente. Quien hizo ya la destilación del rocío, sabe perfectamente que después de la destilación queda en la cucúrbita un caput, del cual, por calcinación, será extraída su sal, siempre que el rocío haya sido puesto anteriormente a podrir. Imaginemos que el rocío fue recogido en sábanas. Ese caput seria un nitrato de amonio que la mujer entregó en el frasco al personaje arriba referido.
Hay
pues, ciertamente, un sentido particular, que la cábala debe permitirnos
reconocer.
El término francés distiller (destilar) viene del griego
y está formado por el adverbio
diz, dis, dos veces y por el sustantivo stílh,
stilé, por poco que sea, una cantidad muy pequeña.
Ya la forma en que los griegos escribían la palabra cíle,
con la episemon, mostraba un valor especial y obligaba a considerarla
atentamente.
En efecto,epishmon, episemon,
significaba marca distintiva, signo, loque está señalado.
El sentido oculto de destilar, de destilación, traduce la
operación secreta que consiste en hacer caer muy poco agua sobre la tierra en dos tiempos
consecutivos. Se trata, en suma, de imbibir, de practicar estas imbibiciones o
destilaciones de las que hablan los tratados, y que hacen que la tierra,
hasta entonces estéril, se impregne, se ablande, se abone, sustente su germen y
se vuelva fecunda.
Làmina Octava
Esta octava plancha es a su vez completada o más bien
detallada por la tercera, que debería seguirla inmediatamente.
Ella reúne las
partes principales de la alegoría perfecta del mercurio que dos ángeles
presentan de forma gloriosa.
Así la materia de la Obra es personificada por el
dios mitológico que se cubre con un pétaso alado y singular,y que se
encuentra erguido, teniendo a sus pies dos astros herméticos.
Encerrado en
el huevo filosofal, y bajo los rayos del astro cósmico, es llevado
sobrenaturalmente en el seno del elemento exterior que le es muy especialmente
familiar.
En efecto, el viento lo ha llevado en su vientre, -portavit
eum ventus in ventre suo-,según el apotegma retomado a menudo por los autores
que expresan, de esta suerte, el carácter volátil del medio donde el mercurio
filosófico es concebido y se desarrolla.
A izquierda y derecha de la composición, repartidos en dos
grupos, diez pájaros envuelo convergen sobre el huevo hialoide, de los cuales,
los dos primeros llevan en sus picos, en la extremidad de una rama vegetal: uno,
el signo del tártaro, el otro el del harmoníaco.
Así volveremos a encontrar la segunda sal que el
espesamiento ha elevado a esta cuádruple potencia, señalada por los dos pares
de asteriscos y confirmada por otra parte por la luna, en su ligazón con Saturno
aguzado con hierro, tal como lo podemos volvera ver sobre la figura que precede.
Es fácil comprender que esta parte segunda de la
preparación previa a la obra, se sitúa junto a la de la recogida inicial a la
que hemos asistido sobre la estampa que lleva la cifra 4.
El precioso líquido es
sometido ahora a la acción del fluido universal, en grandes platos circulares
donde parece cubrir un lodo espeso y negro.
Estas dos fracciones de la fase preliminar de la Gran Obra,
deben ser efectuadas siempre en la estación que designan los dos animales de
sus imágenes, pese a la afirmaciónde Magophon ,a propósito de la cuarta plancha-
pronunciada en el tono, un poco falaz,de una benévola franqueza.
Que el Carnero y el Toro corresponden a los dos principios,
mercurio y azufre, es un hecho innegable, lo que nos conduce a los dos actores
de la vía seca.
Estos, precisamente, serán sometidos más tarde a la acción del
agente cósmico que se trata, de antemano, de acumular y de retener, y sin el
cual la obra del sabio no sería más que una sucesión banal de operaciones
relevantes sólo a la química.
La recogida del rocío debe ser hecha durante la Primavera, entre los meses de Marzo a Mayo, como nos indica alegóricamente tanto el carnero del lado izquierdo de la imagen como la del toro en su derecha.
. « ¡Pues bien!, sí, el cordero y el toro de la imagen, corresponden a los dos signos zodiacales, es decir, a los meses primaverales durante los cuales la operación que tiene por fin recoger la "flor del cielo", se realiza exactamente tal como se encuentra determinada en este lugar. »
Continuarà............
Continuarà............
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