martes, 24 de abril de 2012

LOS OCHO SIGNOS AUSPICIOSOS DEL BUDISMO TIBETANO.



Según la leyenda, en el momento del nacimiento de Buddha, todos los seres celestiales se reunieron y le hicieron ofrendas. Los ocho signos auspiciosos fueron ofrendas hechas en ese entonces por los seres celestiales. Ésta es la razón por la que los practicantes del Vajrayana acostumbran a menudo decorar con ellos sus altares. 
Pueden hacerse de metales como el bronce, la plata o el oro, pero definitivamente nunca de hierro. También pueden ser hechos en madera o pintados a mano.
Los símbolos de auspicio tibetanos son frecuentemente pintados en el suelo para darle la bienvenida a los visitantes religiosos.


 De hecho ninguna ceremonia religiosa o secular es completa en Tíbet sin alguna muestra de los ocho símbolos, ya que se cree que propician el entorno y ofrecen protección para las actividades que vayan a tener lugar allí.

Los 8 símbolos auspiciosos como los demás símbolos tibetanos tienen distintos niveles de comprensión, varios significados, debido a que están asociados con diferentes cualidades de las enseñanzas de Buda.

Cuando Buda nació se predijo que podría convertirse en un rey poderoso o en un ser realizado cuyas enseñanzas alcanzarían el mundo entero. Como de hecho se convirtió en un ser iluminado, es recordado como un rey espiritual, de modo que muchos de estos símbolos tienen su origen en los ofrecimientos reales.

Se asocian también estos ocho símbolos con el cuerpo del Buda. Un texto antiguo el sutra the Heap de la buena fortuna, (Aryamangalakutanama-mahayanasutra), dice, al vestir al Buda: 


Los ocho signos auspiciosos.

Veneración a tí cuya cabeza es como un parasol protector,
Con ojos como preciosos peces dorados
Con cuello como un precioso vaso adornado de la buena fortuna,
Con la palabra como una caracola
Con una mente infinita de sabiduría como un nudo que nunca acaba
Con una lengua abierta como un auspicioso loto rosa
Con un cuerpo que proclama el triunfo sobre las afiladas armas de Mara,
Con pies que atraviesan el camino del dharma como una rueda auspiciosa.



 Los ocho signos auspiciosos representan ocho lugares del cuerpo de Buddha y deben ponerse en el orden correcto como sigue.
     
1 El jarrón precioso (Tib.: Bumpa)
El jarrón precioso representa el cuello de Buddha. Puesto que todas las enseñanzas del Dharma fueron enunciadas por el habla del Buddha, el jarrón precioso también simboliza las enseñanzas y principios de Dharma. La ofrenda del jarrón precioso es para desear que todos los seres sintientes puedan recibir la totalidad de las enseñanzas de Buddha.

2 La sombrilla preciosa (Tib.: Dug)
La sombrilla preciosa representa la coronilla del Buddha. Está sobre la cabeza de Buddha como un paraguas puesto para proteger de la lluvia y el brillo solar. La sombrilla preciosa se usa cuando los maestros del vajrayana están dando empoderamientos y enseñanzas. La ofrenda de la sombrilla preciosa es para desear que todos los seres sintientes puedan liberarse de su sufrimiento y obtener la felicidad.

3 Los peces dorados (Tib.: Sernya)
Los peces dorados representan los ojos de Buddha. El Buddha usa sus sabios ojos para mirar compasiva y fijamente al absoluto, para que los seres sintientes se liberen de su sufrimientos y obtengan felicidad. Por consiguiente también simboliza la sabiduría. La ofrenda de los peces dorados es para desear que la ignorancia de los seres sintientes pueda disiparse y puedan desarrollar sabiduría, comprender la verdad de todos los fenómenos.

4 El loto (Tib.: Padma)
El loto representa la lengua de Buddha. El Buddha habla incansablemente el Dharma a todos los seres sintientes para hacerles entender el Dharma. El loto crece en lugares fangosos y a pesar de ello su pureza no se corrompe por el barro. Por consiguiente, también representa la verdad última. La ofrenda del loto es para desear que nosotros también podamos tener la misma capacidad del Buddha de beneficiar a todos los seres.

5 El caracol de concha blanca (Tib.: Chudung)
El caracol de concha blanca representa las tres líneas del cuello del Buddha. En la tradición india, el caracol de concha se soplaba como signo de alarma durante los tiempos de guerra. El buddha-dharma también suena produciendo el mismo efecto que la alarma para todos los seres sintientes; tal es la representación del caracol de concha blanca. También significa que el sonido del Dharma puede oírse ampliamente a lo lejos. La ofrenda del caracol de concha blanca es para desear que el sonido de Dharma pueda oírse ampliamente y a lo lejos. Es también el deseo de que los seres sintientes puedan estar alejados del desamor, el odio, la aversión y los apegos, y que puedan abandonar la mente discriminatoria. Es así justamente como se oyen las enseñanzas del Buddha, sin la discriminación, tanto cerca como a lo lejos.

6 El nudo magnífico (Tib.: Palbeu)
El nudo magnífico representa el corazón de Buddha. También se llama el "nudo sin fin", porque en el nudo no hay punto de comienzo ni de final, lo que significa que el conocimiento del Buddha es ilimitado y permanente. Los maestros tántricos a menudo se los dan a sus discípulos para llevar sus bendiciones y protección. La ofrenda del Nudo Magnifico es para desear que los seres sintientes puedan realizar el mismo despertar que el Buddha.

7 El estandarte de la victoria (Tib.: Gyalchen)
El estandarte de la victoria representa la fructificación de la Budeidad, o lo que es igual, el logro de la Iluminación suprema, que es considerada como una victoria para el Budismo. La victoria es simbolizada por consiguiente usando el estandarte de victoria. De hecho, el estandarte es el símbolo de Buddha.

8 La Rueda del Dharma (Tib.: Chukor)
La Rueda de Dharma representa las palmas de las manos del Buddha. El Buddha enunció el Dharma para hacer girar la rueda de Dharma. 
La rueda tiene ocho radios que representan el camino óctuple - visión correcta, contemplación correcta, habla correcta, conducta correcta, forma de vida correcta, esfuerzo correcto, pensamiento correcto y concentración correcta. 
 Los practicantes normalmente giran la Rueda de Dharma doce veces, para conmemorar el primer giro de la Rueda de Dharma dado por Buddha Sakyamuni, dando las enseñanzas del Hinayana sobre las cuatro nobles verdades - la verdad del sufrimiento, del origen de sufrimiento, de la cesación de sufrimiento y del camino a la cesación de sufrimiento.
 La rueda normalmente se voltea tres veces por cada una de las cuatro nobles verdades.
 La ofrenda de la rueda de Dharma es para desear que los seres sintientes tengan fortaleza y desarrollen la capacidad para que germine la semilla de la bodhicitta (la mente encausada hacia la Iluminación).
Buda con manto con inscripciones de los  ocho signos auspiciosos.

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